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La importancia de calibrar los detectores de gases refrigerantes

Garantizar la precisión y fiabilidad de los detectores de gases refrigerantes mediante la calibración es de vital importancia, porque están diseñados para la detección de gases potencialmente peligrosos en una amplia gama de entornos. La mayoría de los fabricantes de detectores de gas aconsejan comprobarlos y calibrarlos cada 12 meses como mínimo, aunque puede ser necesario ajustar la frecuencia si la aplicación es de alto riesgo o el entorno de la instalación es especialmente duro.

Muchas normas de refrigeración exigen un mantenimiento anual (o más frecuente) para cumplirlas. Algunos ejemplos son la EN 378 en Europa y la ASHRAE 15 en Estados Unidos. Este mantenimiento también lo exigen las normativas dirigidas a reducir el impacto climático de las emisiones de gases de efecto invernadero, como el Reglamento sobre gases fluorados. También es aconsejable asegurarse de que las rutinas de mantenimiento cumplen cualquier normativa local específica.

Avances en la simplificación del mantenimiento de la detección de gases

Afortunadamente, calibrar los detectores de gas modernos puede ser un proceso rápido e intuitivo, que sólo lleva unos minutos y no requiere ninguna formación especial.

En el pasado, los procesos de calibración implicaban ajustes manuales de las placas de circuitos, que pueden ser propensos a errores. Optar por un sistema en el que los datos del gas de calibración y los ajustes de calibración se realicen electrónicamente garantiza una calibración fácil de usar, sin margen para errores manuales. Utilizar una aplicación móvil con un asistente que guíe el proceso simplifica aún más las cosas. Además, algunos fabricantes ofrecen ahora módulos de sensores precalibrados «plug-and-play» para intercambiarlos sin esfuerzo sobre el terreno, eliminando la necesidad de calibración in situ y ahorrando un tiempo considerable.

Diferencia entre calibración y prueba funcional

Es importante diferenciar entre la calibración de un detector de gas refrigerante y una prueba funcional. Aunque ambos pueden ser útiles, hay diferencias claras.

El punto clave a tener en cuenta es que una prueba funcional no sustituye a una calibración. Una prueba funcional simplemente expone el detector de gas a gas durante un breve periodo de tiempo para activar una respuesta de alarma. Esto es bueno para comprobar el funcionamiento de las salidas de alarma y los sistemas conectados, y da confianza en la función básica del instrumento. Sin embargo, no comprueba la precisión ni realiza ningún ajuste por la posible deriva. Esencialmente, es una prueba no cuantificada.

En comparación, una calibración expone el sensor de refrigerante a una concentración conocida de gas durante un tiempo determinado, comprueba la respuesta y realiza los ajustes necesarios en la salida para garantizar lecturas precisas y una salida cuantificada y validada. Los registros de calibración pueden y deben realizarse para proporcionar una pista de auditoría para el sistema de seguridad del que forma parte el detector de gas.

La importancia de la calibración y el mantenimiento

Calibrar un detector de gas es la única forma de validar el rendimiento de un sistema de detección de fugas de refrigerante de forma cuantificada y auditable. Esto ayuda a obtener:

  • Cumplimiento de las normas del sector.
  • Seguridad para las personas que trabajan en las zonas donde podrían producirse fugas de gas potencialmente peligrosas y en sus alrededores.
  • Fiabilidad del sistema de detección de gases refrigerantes mediante la validación del rendimiento y el ajuste de la deriva y/o degradación del sensor con el paso del tiempo.
  • Confianza y tranquilidad para los usuarios del sistema y para quienes dependen de su funcionamiento para su seguridad.

Las prácticas de mantenimiento eficaces desempeñan un papel crucial para prolongar la vida útil de los detectores de gas refrigerante y preservar su funcionalidad. Las tareas periódicas de mantenimiento, como la limpieza, la inspección y la sustitución de los componentes necesarios, son esenciales para prevenir posibles problemas y garantizar la longevidad del equipo. Además, el cumplimiento de las directrices del fabricante sobre el uso y la manipulación adecuados puede influir significativamente en el rendimiento y la precisión del dispositivo a lo largo del tiempo.

Además, incorporar comprobaciones periódicas a la rutina de mantenimiento es esencial para identificar proactivamente cualquier desviación o anomalía en el rendimiento del detector. Estas comprobaciones sirven como señales de alerta temprana, lo que permite intervenir a tiempo y adoptar medidas correctivas para mantener una precisión y fiabilidad óptimas.

Adoptando un enfoque integral que abarque la calibración, el mantenimiento, el uso y las comprobaciones periódicas, las empresas pueden asegurarse de que sus sistemas de detección de gases refrigerantes funcionan con la máxima eficacia, proporcionando una protección fiable contra los peligros potenciales que plantean las fugas de refrigerante. Este enfoque proactivo no sólo mejora la seguridad en el lugar de trabajo, sino que también minimiza el tiempo de inactividad y los costes asociados al abordar preventivamente los problemas antes de que se agraven.