Detección de gases tóxicos en aparcamientos
Los detectores de gas en los aparcamientos desempeñan un papel crucial para garantizar la seguridad tanto de los vehículos como de las personas. Estos detectores son esenciales para controlar e identificar gases nocivos como el monóxido de carbono (CO) y el dióxido de nitrógeno (NO2), que pueden acumularse debido a los gases de escape de los vehículos.
La seguridad ante todo
Existen detectores de gas para activar la ventilación controlada por demanda en aparcamientos, túneles u otros espacios ocupados. Los requisitos típicos son medir la concentración de monóxido de carbono (CO) producido por los vehículos de gasolina o de dióxido de nitrógeno (NO₂) producido por los vehículos diésel y de gas.
El CO y el NO₂ suelen medirse mediante sensores electroquímicos.
Esta tecnología tiene una serie de ventajas en las aplicaciones de los aparcamientos.


Fiabilidad inigualable
Los sensores electroquímicos tienen una vida útil limitada, por lo que normalmente hay que sustituirlos cada 2-3 años.
Los detectores de COV (compuestos orgánicos volátiles) son sensores de calidad del aire para garajes, que detectan las emisiones y otros contaminantes que pueden formarse en un garaje. Por ejemplo, monóxido de carbono (CO) e hidrocarburos no quemados (HC).
Los COV pueden detectarse mediante sensores semiconductores. Los sensores semiconductores de óxido metálico presentan una serie de ventajas.
Los sensores semiconductores pueden ser sensibles a otros gases reductores y contaminantes, por lo que hay que tenerlo en cuenta al elegir el lugar de instalación.
Ventajas de nuestras soluciones
Sensores electroquímicos
-Alta selectividad
-Interferencias cruzadas mínimas
-Alta estabilidad
-Alta precisión
Sensores semiconductores
-Coste efectivo
-Vida útil bastante larga (~5 años)
-Bajos costes de mantenimiento
