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Aplicación de la detección de fugas de refrigerante NH3

El amoníaco (NH3) se utiliza habitualmente en aplicaciones de refrigeración industrial de gran tamaño, y a menudo cuando es necesario alcanzar temperaturas muy bajas. Las aplicaciones típicas son:

  • Almacenamiento en frío – Procesado de alimentos congelados – Fábricas de hielo – Pistas de hielo y estadios

¿Por qué son necesarios los detectores de NH3?

El NH3 es letalmente tóxico y explosivo. Es corrosivo para la piel, los ojos y los pulmones. A niveles elevados, el NH3 es explosivo.

Las normas y reglamentos varían según el país, pero los niveles típicos son los que se indican a continuación.

Concentración de NH3 en el aire

Efectos

25 ppm

Límite de exposición a largo plazo – 8 horas TWA

35-50ppm

Límite de exposición a corto plazo – 15 minutos, algunas molestias físicas

70-300ppm

Irritación grave de nariz, garganta y vías respiratorias, riesgo de acumulación de líquido en los pulmones

300 ppm

Límite IDLH (Peligro Inmediato para la Vida y la Salud)

5.000 ppm

Parada respiratoria rápida

15-28%

Inflamable, explosivo

Cualquier fuga de amoníaco suele utilizarse para activar una alarma de emergencia debido a su toxicidad aguda. Aunque el ser humano puede detectar el amoníaco por el olfato, normalmente en rangos de 5ppm – 50ppm, no es un método fiable porque la exposición repetida puede reducir la sensibilidad. Por ello, en la mayoría de las aplicaciones se recomienda y se exige el uso de detectores electrónicos de gas.

¿Cómo aplicar la detección de NH3?

El NH3 es más ligero que el aire, lo que significa que subirá hasta el punto más alto de la habitación en la que se produzca la fuga. Los detectores de gas deben instalarse a un nivel alto, unos 20 cm por debajo del techo. Debe tenerse en cuenta la accesibilidad de la instalación para el servicio y el mantenimiento.

La práctica habitual es instalar detectores de fugas de refrigerante por encima de la fuente probable de una fuga, por ejemplo válvulas, bridas, juntas y reductores de presión. Los detectores también pueden instalarse encima de zonas con una alta concentración de refrigerante, como compresores, depósitos/cilindros de almacenamiento, tuberías y conductos.

Hay que tener en cuenta el flujo de aire y la ventilación, tanto natural como mecánica. Normalmente, el gas fugado tarda mucho tiempo en dispersarse uniformemente en el ambiente, por lo que las nubes de gas fugado pueden desplazarse por la ventilación. Colocar detectores de gas refrigerante en este flujo de aire es una buena práctica para una detección eficaz.

NOTA: No existe una regla o norma general para establecer el número adecuado de sensores y su ubicación para cada aplicación. Por lo tanto, las orientaciones dadas pretenden servir de apoyo a los instaladores, y no como normas en sí mismas. Deben respetarse todas las normativas locales, estatales y nacionales.

Selección del detector de gas NH3

El NH3 suele detectarse mediante sensores electroquímicos. Esta tecnología tiene una serie de ventajas en las aplicaciones de refrigeración. Entre ellas se incluyen una alta selectividad, interferencias cruzadas mínimas y una gran estabilidad. Los sensores también son muy precisos y se pueden ajustar a la concentración de medición deseada.

Los sensores electroquímicos tienen una vida útil limitada, y suelen requerir su sustitución cada 2 años. Sin embargo, actualmente hay en el mercado algunos detectores de gases refrigerantes con sensores de NH3 probados en la práctica y con una vida útil superior a cinco años.

Seleccionar un detector de gas refrigerante con procedimientos de mantenimiento sencillos es especialmente importante debido a la necesidad periódica de sustituir el sensor, y a la necesidad más frecuente (al menos cada 12 meses) de probar y calibrar el instrumento.

Las aplicaciones para ladetección de NH3 suelen requerir la detección en conductos de ventilación de alta presión procedentes de válvulas de alivio de presión. En este caso, deben utilizarse accesorios de montaje especiales, para garantizar una medición eficaz y proteger el detector de gas de daños por sobrepresurización.

Un detector de fugas de refrigerante NH3 adecuado debe tener las siguientes características:

  • Tiempo de respuesta rápido
  • Rango de temperatura adecuado (por ejemplo, -30°C – +50°C)
  • Grado de protección IP adecuado para el entorno de instalación (por ejemplo, IP66 o IP67)
  • salidas para integración de sistemas, control y alertas de seguridad (por ejemplo, relés, Modbus, salidas analógicas)

Para las zonas clasificadas como potencialmente explosivas, debe elegirse un detector con la certificación EX adecuada para esa zona.