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Detección de Refrigerantes en Habitaciones de Hotel y Espacios Ocupados

Los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado de Volumen de Refrigerante Variable (VRV) y de Flujo de Refrigerante Variable (VRF) se han generalizado en varios sectores, sobre todo en el hotelero. Estos sistemas ofrecen numerosas ventajas, como el control individual de la temperatura de cada habitación, una instalación rentable y una capacidad eficiente de refrigeración y calefacción. Sin embargo, su diseño plantea un reto único en caso de fuga de refrigerante, ya que la carga potencial de refrigerante que podría escapar a los espacios ocupados es mayor en comparación con los sistemas de HVAC más antiguos.

Las aplicaciones de los sistemas VRV y VRF van más allá de los hoteles y abarcan oficinas, residencias de ancianos e incluso centros penitenciarios. La necesidad de detectores de gas refrigerante en estos entornos se debe a las diversas consecuencias indeseables que pueden derivarse de una fuga de refrigerante. Entre ellas están:

  • Uso ineficaz de la energía del sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado, lo que aumenta los costes.
  • Ineficacia operativa que requiere reparaciones costosas.
  • Fallos en la climatización que provocan pérdidas de ingresos por habitaciones invendibles.
  • Emisiones a la atmósfera de gas refrigerante nocivo para el medio ambiente
  • Un peligro para la seguridad de los ocupantes

Los reglamentos y normas de muchas regiones, como la EN378 en Europa y la ASHRAE 15 en EE.UU., obligan a vigilar las fugas de gas refrigerante en los espacios ocupados en los que el tamaño de la carga de refrigerante es suficientemente alto en relación con el espacio al que podría filtrarse.

Localización de detectores de fugas de refrigerante

Un aspecto crítico a tener en cuenta es el comportamiento de los gases refrigerantes en caso de fuga. Debido a su mayor peso molecular que el aire, estos gases tienden a hundirse en las partes más bajas de una habitación, lo que puede dar lugar a concentraciones peligrosamente altas cerca del nivel del suelo, como alrededor de camas o enchufes.

Instalar detectores de gas a niveles bajos, aproximadamente a 20 cm del suelo, es esencial para una detección eficaz, teniendo en cuenta la tendencia de los gases refrigerantes a acumularse en zonas bajas. Además, colocar los detectores de fugas VRF cerca de posibles fuentes de fugas, como debajo de los evaporadores de los sistemas de climatización, mejora la eficacia de la detección. Además, es crucial tener en cuenta el flujo de aire y la ventilación, tanto natural como mecánica. El gas refrigerante fugado se dispersa lentamente en el ambiente, y colocar los detectores en las trayectorias del flujo de aire facilita la detección oportuna al desplazar las nubes de gas hacia los sensores.

Comprendiendo estas consideraciones y aplicando medidas adecuadas de detección de gases, los ocupantes y propietarios pueden mitigar los riesgos asociados a las fugas de refrigerante, garantizando tanto la seguridad como el cumplimiento de la normativa.

Detección de fugas VRF eficaz y adecuada

La detección de gases refrigerantes en espacios ocupados suele emplear sensores semiconductores, también conocidos como sensores de óxido metálico. Hace tiempo que se confía en estos sensores para la detección de refrigerantes HFC y HFO y sus mezclas, ya que ofrecen varias ventajas.

Una ventaja notable es su rentabilidad, que los convierte en una opción económica para muchas aplicaciones. Además, los sensores semiconductores tienen una vida útil relativamente larga, de unos cinco años, lo que se traduce en bajos costes de mantenimiento a lo largo de su vida útil.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los sensores semiconductores tienen algunos inconvenientes, como la sensibilidad cruzada a otros gases reductores. Por lo tanto, debe considerarse cuidadosamente la ubicación de instalación del sensor para minimizar la posibilidad de falsas alarmas. Deben evitarse las zonas con productos en aerosol, altos niveles de vapor u otras fuentes de gases interferentes, como tocadores, espejos o cuartos de baño.

Es esencial alertar a los ocupantes de la sala en caso de una fuga de refrigerante potencialmente peligrosa. Las normas de seguridad y las buenas prácticas dictan que deben activarse alarmas acústicas y visuales cuando se detecta una fuga. Normalmente están incorporadas en los detectores de fugas de refrigerante diseñados para aplicaciones VRF.

En los espacios ocupados, la estética desempeña un papel crucial, y la presencia de un detector de gas estándar puede considerarse inaceptable. Para solucionar este problema, se pueden utilizar detectores empotrados con placas frontales discretas. Este diseño garantiza que el detector se integre perfectamente en el entorno, manteniendo el atractivo estético del espacio al tiempo que proporciona una capacidad fiable de detección de refrigerantes.

En resumen, los detectores de gases industriales estándar suelen ser inadecuados para su uso en habitaciones de hotel y otros espacios ocupados. Es importante elegir un detector de fugas de refrigerante que se haya diseñado específicamente pensando en la detección de fugas de VRF, para satisfacer las exigencias funcionales y estéticas de la aplicación.